jueves, 2 de diciembre de 2010

La búsqueda perpetua (I)


Los pares eternos conviven desde su génesis en un letargo inconsciente, dentro de un mismo recipiente translúcido y luminoso denominado Habitáculo o Soma.
En su interior, el sujeto 1 (también llamado Emisor) y el sujeto 2 (Receptor) dormitan inmersos en un fluido violáceo o Materia.
Los eternos mantienen una relación simbiótica, unidos por un vínculo similar a un cordón umbilical o Nexo, que conecta el pecho del sujeto Emisor con el vientre del sujeto Receptor.
Comparten una existencia única, no individual, marcada por la autosuficiencia y la completa fusión de sus sensaciones, emociones y necesidades en una sola percepción.
Su división se desencadena a partir del desprendimiento de las paredes del Soma, y la posterior cristalización de la Materia. Al entrar en contacto con el exterior, se produce la ruptura del Nexo y la separación de ambos sujetos.
A partir de este momento, comenzará su existencia individual y su evolución en el exterior estará marcada por su incapacidad de recordar y por las características de su condición más primaria. Emisor y Receptor se transforman al desvincularse en Amante y Amado, e iniciaran una búsqueda perpetua e inagotable.
El individuo Amante, privado de la calidez del soma e incapaz de aclimatarse al exterior, quedará ciego y desorientado. En su angustia, buscará otro Habitáculo que compartir, aunque sus esfuerzos fracasaran invariablemente al intentar encontrar un nuevo Nexo con otros individuos. Su perseverancia lo hará pasar de intento en intento, alejándolo cada vez más de su objetivo.
El individuo Amado, frustrado por el rechazo del individuo Amante, caerá en una espiral de olvido de la que no será enteramente consciente. Desesperado, y ante la incapacidad de asumir su pérdida, dejará de preocuparse de su propia integridad y enfermará. Se convertirá en un buscador permanente y obstinado de su mitad original.
Ambos buscadores, quedaran así incompletos. La incapacidad de recordarse reducirá las posibilidades de su reencuentro hasta hacerlo casi imposible. La convergencia de los eternos, estará sujeta únicamente a la casualidad...

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