martes, 24 de abril de 2007

Awake


y con la misma sensación que quien mira una foto en blanco y negro, o una vieja película super ocho, me despierto recordando un sueño extraño, de antiguos vivos esperando un vuelo, en una vacía puerta de embarque.
No puedo evitar preguntarme que significa estar vivo, y siempre me contesto lo mismo: lo que nos pasa por delante a cada segundo, eso, eso es la vida.
Leyendo las partes en blanco de los libros, se puede aprender lo que nunca enseñaron sus letras.
Nuestra vida se nos entrega como si fuese un caleidoscopio, para que miremos a traves de sus espejos y observemos millones de imágenes, irrepetibles, vívidas, y si uno esta lo suficientemente cuerdo, se acordará a tiempo de disfrutar aquellas que le resultaron especialmente hermosas, quedarse en ellas el tiempo suficiente y, si acaso, grabarlas en su mente, pues cuando el caleidoscopio gire de nuevo, la imagen desaparecerá con pocas probabilidades de volver a aparecer, dando paso a otras, igualmente breves y mutables.
Me siento en mi cama y sonrío, he visto a alguien a quien creí que no volvería a ver y me siento bien, viva.
Salgo a la calle y miro en los ojos de cada persona que se cruza conmigo, cada uno es un pequeño universo, un pequeño caleidoscopio, con sus espejos en forma de prisma.
Por la mañana siempre despierto y salgo a la calle queriendo cambiar el mundo, pero por la noche descubro que he creado un mundo nuevo en el que todos mis sueños se han cumplido.
Los soñadores, si además somos tímidos, tenemos ese inconveniente. Necesitamos controlar cada detalle de nuestras historias, y a menudo pasamos por alto el momento de tanto pensar.
Pero estamos vivos...
Cuando llego al vagón de metro ya lo veo todo muy diferente. Hoy soy inmortal.
Le doy las gracias a todos los que un día vivieron y participaron en esas fotos que quedaron grabadas en mi memoria, que podré repetir cuando quiera, aunque sean irrepetibles.
Soy lo que recuerdo, lo que leo, lo que pienso, lo que lamento... soy lo que escucho, lo que veo, soy lo que respiro, lo que recorro, lo que deseo... soy lo que escribo.

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