viernes, 6 de abril de 2007

Noches de dulce merengue y ruleta rusa


-Sabes? creo que me he enamorado de ti.
-Pues no se cómo, me conoces desde hace seis días y medio.
-Ya, pero en ese tiempo han sido muchas las conversaciones, las risas, las lágrimas... me ha bastado para saber que te quiero (bla, bla, bla, hasta el infinito).

Cómo ha podido pasar esto, parecía alguien interesante, alguien con cosas que decir, y me reía con nuestras conversaciones, tanto que pensé que era una persona especial. No, no lo es, no es más que otra persona desesperada por emparejarse, formar la mitad de una naranja, y todas esas cosas que se dicen tanto que pierden todo el sentido.
Porque todo el mundo tiene ese concepto del amor, yo he tenido oportunidad de comprobarlo. "Mi chico ideal", "no es mi tipo", "te llamaré", "eres lo mejor que me ha pasado en la vida", "porque me hace reír", "se me va a pasar el arroz". Nadie sabe ver lo que yo veo en las personas, nadie sabe lo que es enamorarse de algo que nadie mas ve.
Odio a las personas que son capaces de llegar tan lejos como para añadir cualidades en los demás con el lamentable propósito de justificar su enamoramiento, porque sólo quieren estar enamorados, no estar solos, no dormir solos, ni hacer solos la compra en el hiper mercado, ni enfrentarse solos al pago de la hipoteca... necesitan amar a alguien como necesitan dormir.

-Dnd stas,dsaparecida.ace tiempo q no se nda d ti.a ver si nos vmos.mua.

No contesto, no quiero hacerlo. Se que es un buen chico, se que es una buena persona, aunque no la que yo esperaba. Cuanto más se de él, menos me gusta que me hable de amor, de lo que creo que entiende por amor. Prejuicios.

-No puedes olvidarme, así no. Quiero que me des una oportunidad, sé que eres una chica buena, sensata, honrada, sencilla, sincera...

Otra vez, intentando atribuirme las cualidades de alguien que sólo existe en su mente, su "media naranja", solo para intentar convencerse a si mismo, de que es capaz de amar a alguien, de que esta enamorado y es feliz.
Pero no voy a entrar en su juego, no quiero ser cruel ni seguirle el juego (no tengo miedo, no me afecta).

-Mira, tú no estás enamorado de mí. Yo no soy buena, ni sensata, ni honrada, ni sencilla, ni sincera. Ni te quiero, ni me haces gracia. Hemos reído mucho pero ya esta.

Imagino su cara, tras el teléfono, sorprendida y boquiabierta. No me gustaría que se sintiera mal, solamente quiero que sepa la verdad tal como es, sin que le duela, igual que si fuera al revés y el me dijera todas estas cosas, no me dolería nada en absoluto. No quiero que me quiera, tampoco que me odie, no quiero que le hiera la voz que sale de su auricular.
Tartamudea. Sí, soy una cobarde, no soy capaz de enfrentarme cara a cara, tengo que decírselo por teléfono. (No quiero verte y que intentes besarme o cualquier locura similar. No voy a entrar en tu juego, una ruleta rusa en la que el cargador tiene una bala de merengue y corazones fucsias. No voy a ser yo a la que le toque enamorarse de ti, no me siento ansiosa ante la idea de unos brazos que me estrechen).

Hace unos días ha llegado un correo suyo, después de meses. Es uno de esos correos en cadena en los que ya nadie deposita su fe, a los que nadie teme. Dice así: "Algo te va a pasar entre las 11:00 y 12:00 am. Mañana recibirás el shock mas dulce de tu vida. Si rompes esta cadena, vas a tener mala suerte en el amor los próximos años. Envía esto a quince personas en quince minutos". Casi no me sormprende que haya personas que crean en estas cartas. No me sorprende tampoco que L se aferre a algo tan absurdo, como un correo en cadena, en su afán de sentirse amado alguna vez. Ansiedad.
Lo sorprendente es la nota personal que me incluye en su correo: "Me dejas por alguien que te gusta, no soy tonto. No seguiré a un amor que me hizo sufrir, que un día se olvidó de mi. No creeré nunca más en alguien que me diga te lo juro, y luego me reemplace sin ningún dolor".
Corregí el texto, mentalmente, a medida que iba leyéndolo. Nunca había estado con él, nunca había jurado, y nunca había reemplado nada que no hubiera dejado un hueco... Justificaciones autocomplacientes.

2 comentarios:

crepuzculo dijo...

Es lo mejor que leido en toda esta noche. No soy un experto en literatura ni mucho menos, pero me he deleitado con las líneas que has elaborado. Me he visto reflejado en la parte del chico que te abordaba. Soy un ser incompleto. Espero aprender mucho de tus relatos maestros. Un saludo.

Rae in Wordsland dijo...

muchas gracias crepuzculo, la verdad es que se agradece leer criticas como la tuya. eso siempre anima a seguir contando cosas, por simples que parezcan.
espero q leas muchos mas de mis posts en el futuro.
Gracias